Nunca olvidaré aquellas elecciones primarias que hizo Copei en el año 93 para escoger al candidato presidencial entre Eduardo Fernández y Oswaldo Alvarez Paz. Esas elecciones fueron abiertas a los votantes en general, no sólo a los militantes del partido.
Recuerdo que yo, que nunca fui copeyana, fui a votar, me parecía que había que escoger el mejor candidato fuere del partido que fuere, si me habían dado la oportunidad de opinar, no la iba a desperdiciar. Que la historia se torció cuando el sr. Caldera decidió montar su chiripero es otro tema y muy amargo, por cierto.
A través de estas elecciones nos acercamos a la recuperación de nuestra democracia secuestrada desde hace rato, el llamado es a ¡VOTAR! ¡PARTICIPA!
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