20 de marzo de 2008

Cerezos


Desde tiempos muy remotos en Japón la floración de los cerezos se celebra como un gran acontecimiento espiritual. Es la fiesta del hanami. Llegado el momento los medios de comunicación la incluyen en el parte meteorológico como un fenómeno más de la naturaleza y la señalan por regiones con un puntero sobre el mapa. Oleadas de gente se concentran en el campo y en los parques para comer, bailar y amarse bajo estas flores efímeras cuya belleza y brevedad constituye el símbolo de los días más felices de una vida. Hasta hace poco en nuestro país los cerezos florecían a su aire al llegar la primavera. Algunos valles se cubrían de flores rosas y blancas, que sustituían a la nieve cuando empezaba el deshielo y éste era un suceso casi secreto, que sólo conocían los campesinos del lugar y degustaban las abejas. De un tiempo a esta parte, la floración de los cerezos se ha convertido también aquí en objeto de degustación colectiva. Dentro de unos días en las carreteras del valle del Jerte se va a producir un gran atasco de coches. El conductor despistado podrá pensar que se debe a un grave accidente que ha sucedido varios kilómetros más adelante, pero llegado al punto crucial no verá ambulancias, ni automóviles aplastados ni cadáveres en la cuneta tapados con plásticos, sino un millón de cerezos que han florecido de forma explosiva y simultánea. Hasta hace poco éste era un espectáculo sólo para iniciados en la espiritualidad oriental, la cual establece que para sanar no existe mejor milagro que el de la primavera. Sorprenderse vivo en medio de este esplendor en la soledad del valle, es lo más parecido a la inmortalidad. Pero hoy esa experiencia ya es turística. Ir a ver flores es una nueva meta de peregrinación. Este año, en medio de Semana Santa, florecerán los cerezos en los valles propicios y habrá que elegir entre presenciar el paso de vírgenes llorosas y cristos llagados de las procesiones o extasiarse ante este prodigio de la naturaleza. La primavera es también una línea de resistencia moral en el combate contra la iniquidad. El hecho de que un formidable atasco en la carretera se deba, no a la muerte, sino al breve milagro de los cerezos en flor, por un momento puede purificar a la sociedad de algunas de sus miserias.

por Manuel Vicent
Foto: J.-

14 de marzo de 2008

El "Entartete Kunst" del chavismo

Esta mañana me encontré con esta joya del amigo Saldivia . Un texto que de arriba a abajo no tiene desperdicio.

"Entartete Kunst" significa en alemán "Arte Degenerado" y fue ese el nombre con el que Hitler, Goebbels y sus secuaces, en su desaforado afán por imponer un pensamiento único, bautizaron toda aquella forma de arte que no estuviese consustanciada con la ideología nazi o mejor dicho, todo arte que no agradase al Fuhrer. Así, pasaron por el filo de la censura y la prohibición artistas como Kandinski, Klee, Munch, Chagall y estilos como el surrealismo, el dadaismo y el cubismo.

A tal efecto, en 1937 se montó en Munich (y luego en otras ciudades bajo la égida nazi) una exposición que mostraba las (según Hitler y compañía) peores formas de la depravación plástica, alejadas de los estilos "correctos" como el naturalismo, y de los contenidos que reforzaban los valores principales de esta odiosa ideología: Segregación, Militarismo y Obediencia.

Segregación, Militarismo y Obediencia... suena como a lo que pretende hugo chávez imponer en Venezuela y aún en toda Latinoamérica, con el auxilio de los pingües ingresos petroleros. Quien ose llevarle la contraria, aún contándose entre sus acólitos favoritos, es demonizado y execrado de sus filas (ver caso Luis Tascón), aunque si agacha la cabeza y hace acto de contrición, puede ser readmitido (ver caso Lina Ron)

Uno de los entes que más ha aplicado esto de "Segregación, Militarismo y Obediencia" es el Ministerio de la Cultura (SIC), en la persona del (para mi vergüenza) arquitecto Francisco Sesto, que todo el mundo llamaba "Farruco" cuando lo español era chic. Supongo que ahora él quisiera llamarse Manaure Marapacuto o algo así, pero una de las paradojas de este régimen que abomina de la herencia Ibérica y de la cultura europeocéntrica, es la abundancia de apellidos españoles (Barreto, Morales, Reyes, Rodríguez, Lucena...), europeos en general (Davies, Eekhout, Cipriani, Bernal, Lander...) y hasta sefardíes (Chávez, nada más y nada menos) entre sus filas , y la nula (o quizás exigua) existencia de apellidos que evoquen ese pasado indígena que ellos tanto alaban, privilegian y propagandizan. Volviendo a Sesto, este se olvidó de su pasado de profesor universitario y se ha dedicado a la cacería de brujas, cerrando ateneos, rebautizando espacios y museos y procurando borrar la huella de todo lo que no entre en la estrecha ventana de la historia oficial y de la ideología permitida por el régimen.

Así pues, actualmente en la Galería de Arte Nacional de Caracas se muestra el "3° Certamen Mayor de las Artes y Las Letras", y según lo que vi, me pareció una oportunidad de oro para evidenciar los niveles de adulación y jalabolismo al régimen a los que puede llegar algunos artistas de medio pelo con tal de que expongan su obrita. El problema que representaba la presencia de Obras de Arte (con mayúscula) que forman parte de la colección fija de la Galería fue resuelto fácilmente: Las escondieron, para que no opacaran la paupérrima muestra. Y las que no podían ser escondidas, como el Penetrable "Nueva Esparta" del Maestro Jesús Soto, fueron ridiculizadas, como se muestra en la foto.

Cualquier parecido con la "Entartete Kunst" no es mera coincidencia...

9 de marzo de 2008

Araguaney


Así se ve la entrada de mi casa por estos días,
un Araguaney completamente floreado me saluda cada mañana.
Una reinita descansa en medio de sus flores



foto: Dr. Juan R. Bosque

2 de marzo de 2008

Plegarias


Tener que oír siempre el mismo murmullo oscuro y constante de plegarias elevándose desde el fondo de la tierra supone una condena insufrible, que nadie que no fuera Dios podría soportar. Si los salmos, letanías, rosarios, mantras y jaculatorias, que de forma rítmica y reiterada, día y noche, los fieles elevan a Dios las dirigieran los súbditos a un tirano de este mundo, sin duda, éste acabaría por perder los nervios y en plena paranoia mandaría colocar ametralladoras en las ventanas de palacio y abriría fuego sobre la multitud arrodillada. Crear el universo sólo para entretenerse contemplando cómo se devoran entre sí las galaxias y sentirse deslumbrado con las llamaradas que dejan las estrellas en su última explosión antes de volver otra vez a la nada es un juego digno de un gran Dios. Este espectáculo le permite soltar una enorme carcajada que resuena en un silencio metafísico de piedra pómez. Pero al finalizar este terrible festín, he aquí que desde un punto ínfimo e insospechado de la Vía Láctea se eleva un coro lleno de súplicas y alabanzas, que llega hasta el trono de oro donde este gran director de escena se halla sentado. Olvidados en un rincón del universo han quedado unos seres que mirando hacia lo alto suplican que se atienda a sus demandas. En el fondo todo se reduce a que no quieren morir y para eso rezan, imploran y alaban a su Creador. Y lo hacen de una forma constante y rítmica con un rumor de mantras y letanías que arrastra el detritus de todas las miserias humanas. Dios se precipita de cabeza en el agujero negro del universo todos los días. Haría lo mismo en una piscina azul si fuera californiano. No atiende las plegarias de la humanidad; en cambio, sigue saliendo todavía el sol por el horizonte cada mañana como un regalo, y los cerezos florecen a su tiempo y hay tomates, pimientos y coles en los mercados. Si alguien tratara de darte un sablazo y se postrara ante ti de rodillas día y noche sin parar de rezar mil rosarios, ¿no acabarías dándole una patada? Ante el absurdo de la vida, hay que pensar en la metafísica de las flores, en la filosofía de los montes y los valles, en la moral de los frutos, en la verdad del mar y dejar que Dios se devore una pata o juegue en el vacío a los dados.

Por Manuel Vicent