4 de julio de 2006

LA REFLEXIÓN DEL DÍA

Esta reflexión me la envía mi buen amigo Alexis Mora y me pareció digna de publicación.

A menudo necesitamos personas que nos ayuden a poner en práctica una idea, o incluso que la lleven adelante por nosotros. Pero, ¿por qué habrían de estar motivadas? ¿Por qué habrían de preocuparse por hacer algo nuevo, cuando con lo que ya tienen se sienten cómodos? La mayoría de las personas están satisfechas con la complacencia y el mantenimiento. ¿Por qué cambiar?.

Sólo algunas se sienten motivadas frente a ideas nuevas que producen cambios. En verdad, estas personas se sienten molestas si algo no cambia; se aburren. Para ellas, siempre es muy difícil comprender la falta de motivación en los demás. Es bastante fácil decir que las personas deberían involucrarse y "participar" en una idea, pero en la práctica esto es muy duro. Muy poca gente se siente suficientemente motivada como para subirse a un tren cuyo destino es "el cambio".

Sin embargo, cuando el tren empieza a acelerar muchos saltan hacia él; no quieren quedarse atrás, aunque sepan que las consecuencias de haberse subido sólo se verán con el tiempo, ese ferrocarril se llama el tren de la efectividad... un tren hacia el cambio!

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