14 de octubre de 2007

Del concierto de Drexler

Bueno, bueno, al fin logramos llegar al Aula Magna el jueves en la noche, en medio de un tráfico de locos en ésta, la sucursal del infierno, nuestra querida Caracas.
La sala se fue llenando poco a poco, todavía a las 9 seguía entrando gente, a las 8:30 abrió el espectáculo Roque Valero, quien debo decir me pareció encantador. La verdad es que nunca lo había oído y, como no veo tele, pues tampoco lo había visto, tan solo sabía de él por referencias.
Luego apareció Jorge Drexler, la sala se vino abajo en aplausos, silbidos, gritos histéricos y comenzó su concierto con "12 segundos de oscuridad", canción que titula su última producción.

Tuve la oportunidad de verlo en Nueva York en Marzo pasado en el Town Hall que es una sala más pequeña que el Aula Magna, fue un concierto mucho más íntimo con un público que lo adoró pero definitivamente mucho más comedido que el nuestro.

Confieso egoísta y neuróticamente, que para mi gusto, el público caraqueño se desbordó en más de una ocasión y no dejaba oír ese hilo de voz que a mí personalmente me fascina.
Jorge gozó a morir, se reía en medio de las canciones y no entendía cómo era que el público se supiera todas las letras, todas, porque todas y cada una de ellas fueron coreadas a todo pulmón.
Claro, el ambiente fue cálido y si hubiera sido yo la que hubiera estado ahí montada de seguro me hubiera muerto de felicidad al ver que la audiencia conocía mi obra completa, pero como yo era sólo una espectadora y quería oírlo a él, pues con gusto le hubiera puesto un teipe en la boca de la gente para que me dejaran oír cada respiración e inflexión de su voz.

El concierto terminó siendo mayormente un concierto de guitarra y voz, me dio la impresión comparando este show con el de NY, que terminó usando muy poco los pedales y las programaciones, y es que yo creo que cambió bastante su repertorio por el ambiente y la onda que se respiró ahí esa noche. (más algunos problemillas técnicos con la electricidad y las pedaleras)
Dos "curtain call" hizo, después de finalizado el concierto, el público frenético le hizo salir dos veces más.

La verdad es que fue un concierto inolvidable.

Sin duda, Jorge Drexler tiene un don especial para escribir canciones, no sé en qué consiste, pero les cuento lo que pienso cuando escucho su música.
El idioma castellano se presta para andarse y desviarse por vericuetos, es fácil caer en la cursilería y los clichés, ésta misma tarde mientras daba un largo paseo me puse a oír a un cantautor de habla hispana y algo hizo cortocircuito en mí, eran buenas las canciones, pero sus letras hablaban de sitios comunes, o eran demasiado densas, o caían en el cliché, cambié el cassette y me puse a oír las canciones "viejas" de Drexler, pero ya con oído crítico y sin duda, sus letras que hablan de todo, de guerras, muerte, religiones, exilios, amor, deseo, soledad, felicidad, se me hicieron livianas, digeribles, elegantes, cultas. Lo que logra no es fácil, es algo mágico.


(Ahora la nota personal)


Y yo, entendiendo todas estas dificultades y sutilezas, ¡tengo los riñones de escribir mi próximo disco en español! ¡Qué susto, jajaja!
Bueno, ya veremos cómo nos sale el negocio, mientras tanto, seguimos aprendiendo :-)

1 comentario:

moralexis dijo...

Gracias por llevarme hasta el Aula Magna.