El Amor en los Tiempos del Cólera

Pasé una Semana Santa tranquila en casa leyendo mucho y disfrutando de la tranquilidad de una Caracas con poca gente.
Un amigo me envió desde Madrid un artículo del diario español “El País” donde se decía que, coincidiendo con el XIII Congreso de Academias de la Lengua Española, la novela de Gabriel García Márquez “El amor en los tiempos del cólera” había sido elegida por 80 especialistas (escritores, críticos, profesores y periodistas) como la mejor obra de ficción del último cuarto de siglo.
Debo confesar que el amigo tuvo que convencerme para que la leyera, ya que la figura de GM no es la que más me simpatiza, pero al margen de las polémicas en que regularmente se ve envuelto el autor, hay que decir que la obra es una delicia de principio a fin. “El amor en los tiempos del cólera” es un libro bello cuyo eje es el amor, el amor en todas sus versiones, todos los tipos de amor. A través del relato de una relación que se extiende en el tiempo más de cincuenta años, el autor reflexiona sobre los amores contrariados, los amores conyugales, los amores secretos, los amores apaciguados, los amores anhelados o los amores que no saben si son amor. La reflexión sobre el amor es, al fin y al cabo, una reflexión sobre la vida y la muerte y ahí el autor nos lleva por todos los territorios posibles, nos hace todas las preguntas, que son las que se hacen los protagonistas de la novela, y nos da no pocas respuestas. Se trata de una obra en la que tarde o temprano todos nos vemos reflejados. GGM tenía 58 años cuando la publicó, y se nota su experiencia vital. Es un libro que no puede ser escrito antes de esa edad y, sobre todo, sin una inteligencia como la suya. En cuanto al estilo, es el propio de García Márquez: un tono poético, sensual; unas descripciones llenas de olores, de sabor, de vida; pocos diálogos; un fino humor, incluso en las situaciones más desagradables; la presencia de lo que llaman “realismo mágico”. La más de 400 páginas de la novela absorben al lector, agarrándole por el cuello desde ese primer capítulo y no dejándole parar hasta ese final rotundo, como son todos los suyos, con esa frase del protagonista que es una declaración de intenciones, un grito de rabia y desesperación, un ajuste de cuentas con el pasado, un anhelo de futuro, el resumen en tres palabras de la propia novela.
Vale la pena, no se lo pierdan.


Reseña a dos manos JDA/MM